Si no quiere que la sucesión intestada decida el reparto de su herencia, es aconsejable redactar un testamento. En un testamento, usted puede especificar sus propias ideas respecto a la herencia y evitar así cualquier disputa que pueda surgir entre los familiares. En un testamento, usted puede, entre otras cosas, hacer disposiciones respecto a la fijación de la herencia, condiciones especiales (condiciones para la herencia), privación de porciones obligatorias o limitaciones. En la legislación alemana existen dos formas de redactar un testamento: el testamento personal y el testamento notarial.
Un testamento manuscrito es un testamento escrito a mano que usted mismo ha redactado y firmado. El testamento debe estar completamente escrito a mano para que sea válido. También es aconsejable indicar el lugar y la fecha en un testamento manuscrito para poder determinar cuál es el más reciente en caso de que haya varios testamentos contradictorios. La forma más segura de realizar cambios en el testamento es destruir el antiguo testamento manuscrito. En el mejor de los casos, debe decirle a un familiar (heredero) dónde se guarda el testamento para que sepa dónde está en caso de que usted fallezca.
En un testamento notarial, su última voluntad es redactada por un notario y luego se guarda en custodia. En el caso de un testamento notarial, es aconsejable informar a los herederos en qué notario está depositado el testamento para que sepan dónde se guarda en caso de fallecimiento. Es posible realizar cambios posteriores en el testamento en cualquier momento.